top of page

¿Preocupación normal o algo más? Aprende a reconocer cuándo la ansiedad se vuelve un problema.

  • Foto del escritor: bh salud mental
    bh salud mental
  • 22 abr
  • 3 Min. de lectura

Muchas personas pasan gran parte de su vida sintiéndose tensas, nerviosas o con la cabeza llena de pensamientos, sin saber que lo que viven tiene un nombre. De hecho, quienes padecen problemas de ansiedad suelen tardar años en identificarla: no porque no se note, sino porque se ha convertido en una forma silenciosa de vivir.


Antes que nada: la ansiedad no se tiene, se experimenta

Muchas personas describen su día a día como una lucha constante contra pensamientos que no paran. "¿Y si me equivoco?", "¿Y si pasa algo malo?", "¿Y si no soy capaz?". La mente entra en bucles interminables de preocupación, repitiendo escenarios una y otra vez, tratando de encontrar certezas donde no las hay. Esta sensación de vivir constantemente alerta, sin poder desconectar, no es solo preocupación: es agotador.


Lo primero que necesitamos aclarar es que la ansiedad no es algo que "tenemos", como si fuera una cosa dentro de nosotros. La ansiedad es una experiencia, una respuesta natural ante lo que percibimos como una amenaza. Todos la sentimos en ciertos momentos: antes de un examen, en una entrevista de trabajo, cuando esperamos un resultado importante. El problema surge cuando esta respuesta se vuelve constante, intensa y empieza a controlar nuestras decisiones.


¿Cuándo la ansiedad se vuelve un problema?

Hay una diferencia entre preocuparse por algo y vivir atrapado en las preocupaciones. Todos nos preocupamos, pero cuando pasas gran parte del día pensando en lo que podría salir mal, anticipando catástrofes o intentando prepararte para todos los posibles escenarios, algo está pasando.

Imagina esto: terminas tu jornada y sigues repasando mentalmente lo que hiciste, lo que dijiste, lo que podrías haber hecho mejor. O no puedes disfrutar un momento de descanso porque ya estás pensando en lo que falta por resolver. Eso no es planear: es rumiar.


La rumiación es el corazón del problema. Es ese ciclo de pensamientos repetitivos y anticipaciones que parecen buscar soluciones, pero en realidad solo intentan aliviar la sensación de incertidumbre. La mente genera escenarios, incluso catastróficos, porque al menos tener una imagen de lo peor parece darnos cierto control. Nos convencemos de que pensar más nos prepara, cuando en realidad solo nos desgasta más. Es ese ciclo de pensamientos repetitivos, preocupaciones sin fin que te roban la paz, te desconectan del presente y resultan altamente costoso para nuestro bienestar.


¿Por qué se convierte en un problema que merece atención?

Cuando vivimos rumiando, nos perdemos el ahora. La mente está tan ocupada pensando en el futuro o en lo que podría salir mal, que nos impide disfrutar lo que sí está ocurriendo. Nos sentimos inquietos, tensos, con dificultad para dormir, concentrarnos o relajarnos. Nos desgastamos anticipando escenarios que ni siquiera han ocurrido, pero que nos afectan como si fueran reales.


Esto no solo agota, también nos aleja de lo que valoramos. La ansiedad no solo es una emoción intensa, es una forma de vida que puede volverse limitante si no aprendemos a gestionarla.


Algunas pautas para empezar a manejarla

  1. Identifica si lo que te preocupa es real o hipotético: Pregúntate: "¿Esto está pasando ahora o solo podría pasar?". Céntrate en los problemas reales, aquellos que tienen una solución concreta y dependen de ti.

  2. Aprende a dar un paso atrás: Reconocer que estás rumiando ya es un paso enorme. Nombrarlo y dejar de seguir el hilo puede ayudarte a salir del ciclo.

  3. Haz una pausa consciente: Respira, siente tu cuerpo, conecta con el momento. El presente rara vez es tan amenazante como lo que imaginas.

  4. Actúa, aunque haya nervios: No esperes sentirte tranquilo para hacer lo importante. Actuar con miedo es la verdadera valentía.


¿Estoy enfrentando algo más que preocupaciones pasajeras?

Si te identificaste con lo que has leído hasta aquí, puede que te estés preguntando si lo que sientes es motivo para buscar ayuda. A continuación, te dejamos una breve guía de autochequeo para ayudarte a aclararlo:


Si durante la mayor parte del tiempo en los últimos meses (o años) has experimentado algunos de los siguientes signos, es posible que estés atravesando un problema que merece atención profesional:


  • No eres capaz de parar o controlar tu preocupación.

  • Te vives preocupando demasiado por motivos diferentes.

  • Tienes dificultad para relajarte.

  • Sueles sentir miedo de que algo terrible pueda a pasar.


En bh Salud Mental somos expertos en ayudarte a superar los problemas relacionados con la ansiedad. Utilizamos herramientas y estrategias basadas en evidencia científica para que puedas desarrollar las habilidades que te llevarán a vivir una vida con bienestar. 


¡Agenda tu cita y da el primer paso para superar la ansiedad!






Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
bottom of page